martes, 15 de abril de 2014

Cuento 16. El libro.

Cuento 16. El libro.

Lo encontré después de buscar por mil cajones, resulta que había estado allí todo ese tiempo y yo sin ni siquiera acordarme. La buena memoria no es una de mis virtudes es obvio, en fin volviendo al tema que nos ocupa, el libro.
 Hace un tiempo adquirí en un supermercado uno de los típicos libros de auto ayuda con un nombre que pronosticaba que iba a solucionar todos los problemas habidos y por haber y sin el cual sería incapaz siquiera de pensar en que todo lo malo tiene también algo de bueno. 
"Toma conciencia y resuelve tu vida." Título impactante que parece prometer la cura a todos los males resumiendo una filosofía de vida en una simple frase.
 Recuerdo que lo ojee, y pensé buff, vaya rollo, esto no es para mi y lo aparqué en uno de los cajones de mi cómoda. 
La verdad yo era joven cuando lo compré y no estaba preparada para toda aquella información que el libro me proporcionaba. Para empezar para mi ya era bastante duro asumir que yo no era una víctima de mis circunstancias, como para que encima, un libro me dijera que yo las había atraído hacía mí. Claro, como si yo deseará que me pasarán cosas malas a mi misma, era de lo locos. No definitivamente ese libro era una serie de rollos psicológicos sin fundamente que me hacían sentirme peor conmigo misma y me complicaban mi simple existencia en lugar de resolverla como prometía.
 Paso el tiempo, mucho, no se exactamente cuando, pero empecé a toparme con información vídeos, libros, personas que me hablaban de la toma de conciencia, de la sanación mediante la aceptación de uno mismo y entonces en mi mente se formó la imagen de aquel libro.
 Lo necesitaba, ahora. Este era el momento apropiado era una señal de que debía leerlo. Era el momento en el que podía acceder a esa información que me proporcionaba con la mente abierta y sin sentir temor. Lo devoré. Cada página párrafo y línea, leí y releí y me sorprendí de la simplicidad de sus enseñanzas. Eran cosas lógicas aplicables a cualquier ser humano con ganas de hacer cambios en su vida en pro de un mejor autoconocimiento y bienestar psicológico, mental y físico.
Se podrían resumir sus enseñanzas en varios puntos que escribire más abajo.

El primero y el más difícil:

 1. La aceptación de uno mismo como ser único e indivual capaz de cometer errores.
 2. El perdón dirigido a nosotros mismos y a los demás como remedio a los agravios, malestares y males infringidos.
 3. La necesidad de creerse capaz para llevar a cabo cambios que nos conduzcan a realizar lo que deseamos.
 4. La fe para llevar a cabo nuestras metas.
5. La persistencia ante las adversidades y la superación de los miedos.
 6. La comprensión de la vida como basada en enseñanzas.
7. La apertura mental hacia lo invisible y espiritual.

 Cada una de estas siete frases lleva consigo una enorme cantidad de información recuerdos, vivencias, sentimientos. Parece que no sea posible que algo tan complejo como la vida humana pueda mejorar o cambiar con la inclusión de estas normas. Pero si, se puede.
 Lo sé por que yo misma lo he logrado. He conseguido hacer grandes cambios en mi forma de ver el mundo. Es difícil, no lo niego, pero es posible. El simple hecho de llevar a cabo la primera norma implica una considerable cantidad de bienestar mental. La aceptación, el quererse a uno mismo. Sentirse con derecho de recibir todo lo bueno que la vida puede ofrecernos, querernos por lo maravillosos que somos como seres individuales, únicos con virtudes y cualidades irrepetibles.
 El libro formá parte ahora de mi, soy yo la que me identificó en sus líneas y sus páginas la concienciación me ha hecho entender lo poderosa que es la mente humana para sanarse y acceder al bienestar que es accesible a los que como yo empiezan su camino hacia el descubrimiento de si mismo.

Cambia tu conciencia, cambia tu vida.

jueves, 13 de diciembre de 2012

Cuento 15.La coraza del guerrero.


Cuento 15. La coraza del guerrero.



-Mi señor, los aldeanos claman su nombre, desean verle.
-Estoy cansado Julio, diles que estoy en mis aposentos y que di la orden de que no se me molestara. Ya he tenido por hoy bastantes alabanzas, más deseo reposar en tranquilidad y silencio hasta mañana. Ves decidlo, y dejadme solo.
Don Pedro de Argia, se quita su coraza y descansa en un lecho sus malheridos y doloridos huesos y músculos. La lucha en defensa de los inocentes deja marcas cada vez más fuertes en su ya no tan joven cuerpo, y cada vez nuestro noble caballero se siente más debil.
Es dura la vida del guerrero, pero a la vez es gloriosa, y dignificante. La gente te aclama, y tu ego se siente realizado con cada nueva hazaña o lucha, que suele ser cada vez más peligrosa y osada.
Pero nuestro noble, quiere dejar de llevar su coraza. Esa que cuando se la pone le transforma, y  le eleva al estatus de Dios que decide, otorgándole el poder de matar o perdonar, quien debe o puede vivir o morir, a manos de su espada.
Su memoria no lo deja descansar en paz, las noches suele pasarlas, rememorando sus batallas, a la gente que ha matado, a la que ha salvado, y a la que no ha podido salvar.
La mayoría de la gente lo envidia.
Es envidiable para muchos ser aclamado, alabado, adorado y temido, por la gente a tu paso.
Pero no ven la parte mala.
Ya es tiempo de que su vida tome otro rumbo, y deje su armadura poderosa y pesada en las manos de otro jovén y nuevo guerrero.
Julian su escudero, le habla del mozo David, como posible pretendiente al que ceder su duro legado y ostentar el nuevo puesto de heroe de los desvalidos.
Y aunque nuestro señor piensa, que dicho joven aún no esta preparado, dado que su carácter es todavía impulsivo y su ego muy grande, piensa ya, en cerderle sus armas y su puesto.
Cree que quizás la siguiente batalla, podría ser la última, que puede que el último pueblo en que esten, sea el fin a su lucha, y pueda acabar sus días, en una aldea tranquila, y dejar de vivir como un hereo.
Debe tomar una decisión. Llamara al hechicero para que consulte sus dudas con las runas y le aconseje sobre la mejor opción.
El hechicero Auxias es llamado, y se presenta rápido y diligente a los aposentos de su amo, para ayudarlo en su dilema:
-¿Señor, me ha mandado llamar?
-Si, adelante Auxias necesito consultar tus piedras mágicas.
El mago lanza las piedras en el suelo de la alcoba y empieza a hablar:
-Señor, las runas dicen que es tiempo de cambios, de sangre nueva, y de nuevos viajes, pero que hay un peligro que acecha en la noche, y que debemos ser cautos para no perecer ante el.
-¿Que peligro Auxias?¿No dicen nada más?
-Señor hablan de una sombra, de una luz oscura, que se muestra en las noche, no puedo adivinar más mi amo, solo me previenen sobre eso.
-Esta bien Auxias, acepto la palabra de las runas, ellas nunca me han fallado.
Pedro, decide seguir el consejo de las runas, y mañana, después del combate con los caballeros de Vilarco, cederá su puesto a David, y le entregará sus armas y su coraza.
Nuestro heroe se tumba en su camastro de paja, e intenta dormir, pero sus pensamientos no dejan que descanse en paz ni que concilie el sueño.Las runas le previnieron sobre la sombra de la noche, debe estar en guardia, por si acaso el mal viene a buscarlo.
Una hora más tarde, nuestro buen noble, por fin se ha rendido al sueño.
Chasquidos de ramas, se oyen unas tenues pisadas. Todavía esta oscuro. Quien osará destorbar el descanso del guerrero.
Pedro se pone su coraza, empuña su espada y se queda quieto de nuevo tumbado en la cama, se hace el dormido y espera a ver que pasa.
Las pisadas se oyen más cerca. Alguien con una capa se acerca a su cama, y le pone un trapo impregnado de un alcohol en la boca. Pedro todavía es capaz de agarrar fuerte la mano del que le tiende la trampa y forcejeando logra ver quien es el que intenta dañarle.
Su corazón se siente herido al ver que es David, quien intenta matarlo, sus ansias de poder, le han hecho además de impulsivo, impaciente, y no ha sabido esperar lo que anteriormente a ese momento el destino le hubiera deparado. Pobre miserable.
Sus planes de descanso se han truncado de nuevo. Forcejean, su espada cae, y aunque Pedro esta mareado e inconsciente por el liquido que antes ha inspirado, todavía guarda algún truco capaz de llevarle de nuevo a la victoria. Saca entonces un puñal de sus botas, y lográ matar a David con un gesto rápido y certero, derramando la sangre del corazón de su agresor por su coraza dorada.
Decepción, otra vez deberá posponer sus planes de descanso, quizás, esta vez las runas se equivocaron.
Nuestro héroe empuña su arma, se pone su coraza y se dispone otra vez a dar gloria a su nombre.
Pero en su corazón siente que es tiempo de cambio.
La luz del día trae otra mañana a la que enfrentarse a su destino, y saliendo de su alcoba con paso firme y decidido, clama a grandes voces, su lema de vida su lema de guerra:
- ¡Caballeros, a las armas, por la sangre vieja, por la sangre nueva, por la sangre de la lucha, por la sed de la  batalla.!

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miércoles, 5 de diciembre de 2012

Cuento 14. El mal sueño.


Cuento 14. El mal sueño.




Ruido ensordecedor de golpes, de gritos de auxilio, esta oscuro, siento escalofríos.
-¡Noo, no por favor!-grito.
 Sudores fríos me recorren el cuerpo, me despierto. Otra pesadilla, la misma ultimamente.
Me siento en el filo de la cama y me friego los ojos, quiero dormir estoy cansada.
Cada noche hace una semana más o menos, tengo el mismo sueño.
Estoy en una sala llena de gente sentada mirando una pantalla, no es un cine, es más bien, una sala de conferencias, hay bullicio, la personas hablan, se pasean por la habitación, el ambiente es relajado me encuentro a gusto. La chica que se sienta a mi lado me explica que nos pondrán un video, y me cuenta lo afortunadas que somos de estar en ese lugar.
Me mantengo a la espera en silencio aunque estoy ansiosa e intrigada, por saber que será lo que sucedera.
Mi compañera de asiento, esta nerviosa. Me habla del Maestro, mientras que juntando las manos sobre su pecho como en oración, balancea su cuerpo de atrás hacia delante de forma rítmica,  y comienza a murmurar;
"Ayudanos ¡oh lider!, tu sierva esta deseosa de oir tu mensaje divino, honranos con tu presencia".
Todo es extraño, pero me siento tranquila.
De repente se apagan las luces, la personas sentadas a mi lado me tomán las manos, y el proyector de la sala empieza a emitir una música celestial, y una sucesión de imagenes preciosas que me transportan a un estado de extasis.
 Me dejo llevar. Nos ponemos de pie, la gente canta. Siento como la música y las imagenes me envuelven y me transportaran a un estado de espiritualidad, y bienestar indiscriptible, es una sensación maravillosa y placentera, que me hace estremecer.
Los bailes paran, la música, las imágenes..., las personas de la sala se arrodillan y un silencio sepulcral, deja paso a una voz firme que grita:
-¿Me amáis?, ¿me adoraís?, ¿creéis en mi?
Todos gritan al unisono:
-¡Si maestro! Si te amomos, si te adoramos, cremos en ti, eres nuestro guía.
¡Ayudanos maestro!
Empiezo a sentir miedo, una sensación rara me recorré el cuerpo, tengo ganas de salir huyendo. De nuevo la voz grita.
-Alguien de vosotros, no grita mi nombre, ¿quien es?
- ¡ Alguien de vosotros no es digno de mi !.
- ¡Alguien de vosotros no debe estar aquí !
- ¡Muestrate!
Todo se vuelve oscuro, entro en estado de pánico, empiezo a correr sin saber a donde, tengo que escapar, se oyen gritos, ruidos, voces de auxílío, ruido, mucho ruido, alguien se me acerca.
-!Nooo!


viernes, 9 de noviembre de 2012

Cuento 13. Mi luz.

Cuento 13. Mi luz .

Recuperé mi luz.
Mi voz interior gritaba furiosa que el caos se había apoderado de mi mente, y yo me dejaba llevar por la desesperanza y la infelicidad, pero de pronto, las cosas volvieron a tener sentido.
Empecé a ver lo hermoso de la vida. A sentir la gratitud, y no la amargura, a amar ,a perdonar ,a soñar, a sonreír.
Esa actitud, me ha devuelto mi luz, me ha devuelto al camino de la paz.
Mi ángel se me acercó y me susurro al oído las palabras mágicas que todo lo curan.Y de ese modo místico, en el que hacen las cosas los espíritus puros, todo volvió a ser lo que era.
Comprendí que el amor esta en mi, yo lo veo, yo lo siento, yo lo pongo en todo.
Yo tengo el poder de actuar sobre ese amor. Ese, que es capaz de transformar la realidad de tal forma que una vez que lo entiendes, jamás puedes dejar de sentir agradecimiento.
Esa es la llave de la felicidad, transformar las cosas con amor.
Yo lo olvidé, pero mi ángel se acercó a mi para recordármelo.
Si actúo con el amor, jamás nadie podrá herirme, si actuó con el amor, el dolor no existirá. La vida no tendrá fronteras infranqueables por qué el amor no tiene fronteras.
Esta en mi, esta en ti, esta en el mundo, en el corazón de los hombres que lo dejan crecer y lo abrigan para que madure, se haga grande, guié su vida, gobierne sus mentes.
Sigue el camino de tu paz interior, deja que el amor entre en tu vida.
Deja que regrese tu luz.



miércoles, 31 de octubre de 2012

Cuento 12. Descansa en paz, mariposa.


Descansa en paz, mariposa.

Hace frío.
Los cristales están quejicosos, por qué el sol tarda en asomarse, y parecen llorar  igual que yo lágrimas que dejan huellas.
Quizá, Mirna no venga hoy, no ha contestado mi llamada.
Dijo que vendría hoy y me enseñaría su nuevo tesoro.
Le conté que yo he perdido el mio.
Me quedé dormida y ya era tarde. El pequeño insecto no había soportado estar encerrado en la caja, y se había ido apagando como la vela de mi mesita de noche, sin hacer ruido, con el alma rota por morir en un lugar desconocido.
Siento pena, quizás hubiera vivido mucho más de no ser por qué yo quise capturar su belleza.
Siempre envidiamos lo que tenemos.
Pobre mariposa, hermosa, frágil, inocente.
La guardaré en su tumba de cartón, para enterrarla en un jardín de delicadas flores.
Seguro que a ella le hubiera gustado volar por el. Seguro, que así ella me perdonará por capturarla.
Decido asomarme por la ventana y el viento golpea mi cara y me revuelve el cabello.
Ojala pudiera mi ángel caído alzar el vuelo de nuevo.
Camino por el jardín, y entierro mi pequeño tesoro de muerte entre una selva de rosas, mientras caen y se oyen, lágrimas de cristal , oraciones de perdón y buena suerte.
Descansa en paz, dulce mariposa.
Oigo pasos.
Por fin Mirna ya viene.

lunes, 1 de octubre de 2012

Cuento 11. Las apreciaciones de la mente.


Las apreciaciones de la mente.


Desde el momento en que cruzó la calle dando por terminada la conversación con su caminar apresurado,  ceño fruncido y cabeza cabizbaja, su mirada había dejado de reflejar el jubilo y la alegría por la vida. 
Otro vez, su humor cambiante le dirigía sin remedio a tener uno de esos días, en los que ni siquiera el mismo quería su compañía.
¿Buscaba la aceptación, de los otros?
Quizás.
El, no lo sabía o no quería pensar que lo sabía, era más fácil seguir quejándose y auto compadeciendose por qué los demás no eran lo buenos, que el había esperado. Seguramente, idealizaba a la gente demasiado, y luego, cuando estos no cumplían sus expectativas  las decepciones que se llevaba hacían añicos sus sueños y anteriores creencias, dejando profundas heridas en su ya deteriorada cabeza.
El intentaba emular a su personal ser, "modelo ideal" de hombre.
 Este, se trataba de un tipo serio, introvertido, sincero, natural, pero sobre todo una persona buena, y dispuesta siempre, a ayudar. El era así, creía serlo, o al menos lo intentaba, en todos los aspectos.
 No hablaba o procuraba no hablar mal de los otros, y si lo hacía era por qué algún motivo tenía, desde su subjetivo punto de vista.
 Se comportaba correctamente con todo el mundo e intentaba ser justo en todas las facetas de su vida.
 No entendía un mundo donde la gente deja morir a los niños de hambre, mientras otros tiran la comida. Ni las razones para vivir en un lugar que fomenta el individualismo, el bienestar único y propio, convirtiendo el quehacer cotidiano en un duelo constante de supervivencia del más apto.
¿Donde había ido a parar la solidaridad? ¿Como es posible irse a dormir cuando tu vecino esta matando a golpes a su mujer? ¿Como descansas en tu cama resguardado del frío nocturno mientras decenas de personas viven en la calle?
¿Cuando el ser humano dejó de comportarse como humano?
Sus momentos de oció los ocupa dejando libre albedrío a su cerebro enfermizo. No logra entender a la humanidad, le supone un esfuerzo constante de preguntas y respuestas que el mismo se formula para apaciguar su espíritu atormentado.
¿Que puede hacer un simple mortal para cambiar la realidad que le abruma?
Cierra los ojos y deja que el peso del mundo caiga sobre sus espaldas.Se siente juez y también verdugo.
A veces es duro ser tan perfecto y necesita un desahogo similar al de la rabieta de un niño, para poder seguir llevando a cuestas su pesada carga autoimpuesta.
Inconformista ,crítico que roza lo patológico en cada uno de sus pensamientos. Su locura le convierte a veces en caballero noble, digno de los placeres terrenales, semidiós capaz de perdonar o condenar al resto de seres, que inferiores no saben ni actúan como el lo haría.
 Esos son días de bonanza en los que su autoestima se comporta como heroína voladora capaz de alcanzar la nube más alta.
Pero cuando se equivoca no hay nadie que lo castigué con más dureza que su propio yo. Se tortura rememorando hasta el infinito cada gesto, palabra, acción inadecuada y se sumé en un hondo pesar que le lleva a imaginar la solución a su sufrimiento con un suicidio planificado, que dará fin al dolor y a su misera existencia.
Pero para eso hace falta valor y no dejar cargas familiares. Y el tiene una cosa, pero la otra, le impide actuar impulsivamente.
Otro día cualquiera.
Se levanta y, empieza a escudriñar cada gesto, cada palabra en los demás, sobre todo en los desconocidos o poco conocidos, ya que con ellos tiene que fingir y esconder su personalidad la mayor parte del tiempo. Con los más allegados suele ser más natural, pero hay que ser precavido, ya que también se ha llevado varios desengaños.
Hecho esto, ya puede sacar sus propias conclusiones, que serán en la mayor parte de los casos acertadas, desde su interior percepción mundana.
-Pepe me ha mirado mal no quiere hacerlo, pensó.
 En ese momento se debate en su mente, si dicha apreciación de ese gesto es correcta o no. Sabe que como familiar suyo, puede mostrar su yo, más natural, pero se siente colérico y terriblemente engañado, piensa que debe ser cauto y no actuar precipitadamente ya que esta actitud, nunca le ha favorecido .
Hace un mes había ayudado a su primo prestándole dinero, y consideraba que ahora podía cobrarse el favor que le había hecho. Ahora el, también necesitaba ayuda.
 En eso consiste la norma de reciprocidad, (yo te ayudo, y tu me ayudas) algo obvio para un modelo ideal de persona, pero inapreciable para su primo Pepe.
Solo le pedía que le acompañará en sus visitas a la residencia para ver a su padre, durante un tiempo. Hasta que dejase de sentirse culpable por haberlo llevado a un geriátrico tras la muerte de su madre. Necesitaba el apoyo familiar, la reafirmación,  de que lo que hacía era lo correcto y que el, finalmente no era un mal hijo. Simplemente ahora no podía hacerse cargo de nadie, ni siquiera de si mismo.
Escuchó en silencio atentamente la respuesta de Pepe, mientras veía romperse de nuevo sus expectativas.
Este se había negado, dando mil excusas, cada cual más estúpida.
Otra vez, el egoísmo humano ganaba terreno, otra vez, el mundo lo había defraudado.

sábado, 4 de agosto de 2012

Cuento 10. Sho yu.


Sho yu.



Hubo una vez un jardín perfecto en el que solo crecían rosas.
Todas eran de hermosos colores, tallos verdes y gráciles y diminutas espinas, colocadas magníficamente como si de obras de arte se tratara.
Un día llegó volando al jardín una pequeña semilla, y quiso el azar que se quedara allí enterrada y de ella brotara una pequeña planta.
No era una rosa, ni tenia colores hermosos, ni siquiera tenía apariencia de flor ,pero su brote era fuerte y vigoroso, por lo que la planta siguia creciendo, abriéndose paso entre las damas perfectas para llegar a su meta, la contemplación directa del sol.
Las rosas estaban desconcertadas y entre ellas discutían y se dividían en grupos cada cual con su opinión.
Las de color rojo creían que se trataba de una mala hierba, que no hacía más que traer la desgracia al jardín, con su fealdad, y truncamiento de la perfección floral.
Las de color blanco pensaban, que ya que no se trataba de una de ellas, debía ser excluida del lugar. Puesto que no era de la misma clase, y no era digna, de ocupar el mismo sitio.
Las de color amarillo se lamentaban por qué la planta consumía recursos que antes eran de su exclusividad.
Pero a pesar de todo, la planta siguió adelante, con su meta puesta en el sol.
Cuando se sentía mal por el rechazo que mostraban hacia ella las demás, y creía que no iba a soportar la presión, alzaba su vista y deseaba seguir haciéndose grande para poder mirar directamente al astro rey, y poder entablar con alguien, su primera conversacion.
Y llego el verano, el otoño y el invierno, y la planta siguió fortaleciéndose y haciéndose cada vez más grande. Hasta que al año siguiente al empezar la primavera de ella brotaron unas hermosas flores blancas y su tamaño llego a ser el adecuado, para poder ver cumplido su sueño.
Por fin llegó el día en que el sol la miraba fijamente a ella, así que irguio su tallo, elevo sus pétalos miró hacia el cielo y dijo:
-Querido Sol, me siento sola, y diferente a las demás, no se que soy, ni de donde vengo ¿Puedes ayudarme?
-Vienes de China, y te llamas "sho yu", que significa la más bonita. Eres una peonía, en tu lugar de origen eres muy valorada y eres un signo de prosperidad.
-¡Pero me siento extraña por qué soy diferente!
-¿Y por eso te entristeces? -dijo el Sol.
Yo soy único. Y tu eres la única de tu clase aquí. Pero a pesar de todas las circunstancias desfavorables has seguido aferrada al suelo y has llegado a ganarte un terreno en este jardín.
No te sientas triste querida Sho yu, siéntete orgullosa, siéntete especial.